Cuando Jesús se encontraba en la cruz pagando el precio de nuestros pecados, los incrédulos que le rodeaban se burlaban de él diciendo: “si tú eres verdaderamente el hijo de Dios, ¡baja de la cruz y sálvate a ti mismo!” (Mateo 27:40), obviamente Jesús los ignoró. Porque ese no era el propósito de su venida a la tierra. El no vino para salvarse a sí mismo, sino para salvarle a usted.
¿Qué pierde si le dice a Jesús: “Si”? Podrá perder el remordimiento, la inseguridad, la falta de propósito, el temor a la muerte, la desesperación, la preocupación, la importancia. También todas las demás cargas que llevaba sobre sus hombros sin la guía de Dios. ¿Quién puede rechazar esta oferta? Dios le da, al menos, el poder de elegir. Puede tomar la decisión de apartarse de Dios y llevar una vida egoísta, o bien puede volverse de los caminos egoístas y tomar la determinación de seguir a Jesús.
Rick Warren.
Jesucristo es nuestra meta y dueño de nuestra vida. El verdadero valor de nuestra vida se halla en Jesucristo. Entréguele su vida a él.
Si estas dispuesto a decirle "Si" a Jesús y dejarlo entrar en tu vida, te invito a que hagas esta oración:
Señor Jesús: Quiero que entres a mi vida y tomes el control, te reconozco y acepto como mi Señor y Salvador, creo que tu moriste en la cruz para limpiar mis pecados, hoy me arrepiento y te pido perdón porque he pecado, te pido que me ayudes y que hagas de mi una persona nueva en tu amor. Amén.
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